1 de cada 3 de los que se operan tiene menos de 40 años
Crecieron fuerte post pandemia, según distintos especialistas consultados. Dos varones cuentan las razones que los llevaron a practicársela.
Por: Paula Galinsky / Clarín.com
“Nunca quise ser padre. Lo supe desde los 18 años pero esperé a ver cómo me sentía cuando mis hermanos y mis amigos tuvieran hijos. Eso ya pasó y mi mirada sobre el tema siguió igual”, le cuenta a Clarín José Luis Martínez (34), que en marzo del 2021 tomó la decisión de operarse y se hizo la vasectomía. Como él son cada vez más. La anticoncepción quirúrgica masculina viene en aumento y, si bien la cifra varía según el especialista consultado, al menos 1 de cada 3 intervenciones tiene como protagonistas a menores de 40 años.
Milena Mayer, uróloga especialista en Andrología y Reproducción, confirma el incremento. Dice que en 2019 se registró una suba importante, que en 2020, por la pandemia, bajaron todas las consultas y que el año pasado se volvieron a disparar. Si se compara 2019 con 2021, sus intervenciones se duplicaron. En este sentido es que la especialista afirma que “hay un cambio de paradigma y que se trata de la cirugía del momento”.
Basada en lo que ocurre en su consultorio, precisa que “la mayoría de los pacientes tiene entre 20 y 40 años. Y que el 35% es menor de 30 años”.
A su vez, un tercio de las personas que consultan no tienen hijos ni planean tener: “Los motivos son variados, se refieren a cuestiones ambientales, a que les resulta costoso o que implica mucha responsabilidad. Otro grupo piensa en sacarle el peso de la anticoncepción a la mujer”, señala Mayer, que pide remarcar que el preservativo sigue siendo necesario para prevenir enfermedades de transmisión sexual.
Y agrega: “De los que sí son padres, el 60% está en pareja con la madre de sus hijos”.
Gaston Rey Valzacchi, jefe de Andrología del servicio de Urología del Hospital Italiano, registró un aumento de casi 58% entre 2019 y 2021. “Creció el número e incluso es una de las consultas más frecuentes del área”, afirma.
En su caso, el 33% de los que se hicieron la vasectomía tiene entre 20 y 40 años (6%, menos de 30; y 27%, menos de 40).
En tanto, el 54% está en la franja etaria de entre 40 y 50 años. Dice que hay hombres que ya tienen hijos y no quieren más y otros que son jóvenes, no son padres y manifiestan no querer serlo en el futuro.
“Hay un incremento post pandemia. De hecho, ahora destinamos un día del quirófano todas las semanas para las vasectomías, esto antes no sucedía”, aporta Rey Valzacchi y destaca que llegan muchos pacientes por el “boca a boca”. Los hombres empiezan a hablar entre ellos y a recomendar la práctica.
“Disfruto de los hijos de otros”
José Luis es el menor de cuatro hermanos y forma parte de Mensa, agrupación internacional que reúne a personas con elevado coeficiente intelectual. Trabaja como consultor en inteligencia de negocios y vive en Nueva Pompeya. Asegura que disfruta de los hijos de otros -sus 5 sobrinos y los hijos de amigos- pero que no está en sus planes “criar a otra persona y dedicarle todo su tiempo”.
Está en pareja desde hace 3 años y comenta que su novia entendió que la vasectomía era lo mejor para él. “Más allá de que tenía claro lo que quería, no podía disfrutar del sexo. Estaba más concentrado en no embarazar a mi pareja que en tener relaciones”, cuenta.
Y dice que siempre le dejó en claro a las personas que fueron pasando por su vida que no quería tener hijos. “En la primera cita ya lo blanqueaba. Varias veces llegué a avisar que me estaba por hacer la vasectomía”, comparte.
“Mi familia me intentó convencer para que cambiara de idea pero, al final, me apoyaron. A mi papá, que dejó todo por nosotros, sus hijos, le costó mucho. No podía entender que no quisiera ser padre”, agrega.
“Fue una decisión que tomamos de a dos”
Las razones que impulsaron a Ezequiel Acosta (28), que es empleado ferroviario y vive en Garín, fueron otras. “Se trató de una decisión que tomamos de a dos, con mi novia. Para ella quedar embarazada es un riesgo, por una lesión que tiene en la columna. Durante años tomó pastillas anticonceptivas y después las reemplazó por inyecciones. Me pareció que no estaba bueno para su cuerpo”, relata a este diario Ezequiel, que se hizo la vasectomía en 2018.
No descarta ser padre a futuro, pero dice que ahora no es el momento, incluso por cuestiones económicas. “Puede que más adelante sea otra la situación, pero hoy no pienso en la posibilidad de revertir la vasectomía. Estoy más cerca de la idea de adoptar”, sostiene.
Charlar el tema con su familia no fue fácil. “Superada la intervención, visité a mi mamá y le dije que estaba pensando en hacerme la vasectomía cuando, en realidad, ya me habían operado. Su reacción no fue buena, así que al final no le conté. Pero al tiempo se enteró por otro lado y lo tomó bien”, agrega.
¿En qué consiste la intervención?
La anticoncepción quirúrgica en hombres es gratuita por ley desde 2006. Existen dos técnicas. En el Hospital Penna, donde la uróloga Milena Mayer se desempeñó durante seis años, se practica la técnica con bisturí. En el Italiano utilizan otra versión, sin bisturí.
“En ambos casos se corta el conducto deferente, por el que viajan los espermatozoides. Se realiza una incisión de un centímetro en el escroto para llegar a ese conducto. Se lo corta y luego se lo liga. Lo que varía es el instrumental”, precisa Mayer.
En la técnica sin bisturí se hace una punción. “Utilizamos una pinza con la que se pincha la bolsa escrotal. El testículo sigue generando espermatozoides, la diferencia es que después de la intervención el conducto deferente está bloqueado por lo que no pueden salir”, explica el especialista y asegura que quedan almacenados entre el lugar del corte y el testículo y el cuerpo se ocupa de reabsorberlos.
Tras el procedimiento la eyaculación casi no cambia. Esto se debe a que los 40 millones de espermatozoides por acto sexual representan menos del 5% de su volumen. Para los “arrepentidos”, además de una microcirugía para revertir la vasectomía, existe la posibilidad de aspirar espermatozoides del testículo y realizar una fertilización in vitro.
La intervención es sencilla y la recuperación, ambulatoria. El hombre debe estar una semana sin tener relaciones sexuales y tiene que usar durante dos o tres meses otro método anticonceptivo. El paso siguiente es hacer un espermograma para confirmar que el procedimiento haya sido exitoso.
Datos oficiales
Voceros del Ministerio de Salud de la Ciudad aseguraron que desde 2017 los números de intervenciones por vasectomías venían en aumento, que hubo una caída abrupta en pandemia y que en 2021 se volvió a registrar un incremento.
Si se comparan las operaciones de 2019 (83) y las de 2021 (92), la suba fue mayor al 10%. En 2020, se reportaron en Capital apenas cinco vasectomías en el sector público.
Clarín consultó a la cartera de Salud de la Nación, desde donde explicaron que a partir de la pandemia dejaron de recibir el detalle de estas intervenciones realizadas en cada provincia.